La Bola de Cristal

Símbolo mismo de la videncia, la bola de cristal es, sin embargo, un método de adivinación muy difícil de utilizar que solo se deja “domesticar” por los videntes más dotados y experimentados.

La cristalomancia, el arte de adivinar mediante una bola de cristal, exige una gran sensibilidad y un enorme poder de concentración. No es adecuada para neófitos, a pesar de que el imaginario popular relacione el concepto de adivinación principalmente con la bola de cristal.

Incluso más conocido que las cartas del tarot, este instrumento de adivinación nos es familiar desde muy temprana edad gracias a los cuentos. Ya sean buenas o malas, las brujas de nuestra infancia utilizan siempre una bola de cristal o un espejo para observar a otras personas o para ver qué les reserva el futuro.

Aunque la bola de cristal no exige poseer poderes mágicos, sigue siendo un instrumento de adivinación muy esotérico, rodeado de un aura de misterio que no deja de suscitar nuestra fascinación.

¿Cómo utilizar una bola de cristal?

Cuando no la esté utilizando, la bola debe guardarse envuelta en un trozo de seda o terciopelo y lejos de la luz directa del sol. El cristal debe mantenerse impecable: límpielo antes y después de cada uso.

Para la sesión de adivinación, elija una habitación poco iluminada y tranquila. Coloque la bola de cristal en una mesa de madera cubierta con un paño negro o sobre un pequeño cojín. Si se trata de una bola pequeña, puede sostenerla en la palma de la mano.

Relájese y piense detenidamente en el tema que le interese. Concéntrese en la bola de cristal y mueva sus manos en torno a ella. Obsérvela atentamente: al cabo de unos minutos, debería comenzar a percibir sombras, formas, colores…

Lectura de la bola de cristal

Cuando la bola comience a llenarse de humo y niebla, trate de descifrar los contornos e imágenes más claras. Podrá reconocer objetos cotidianos (candelabros, paraguas, vasos), elementos de la naturaleza (nubes, flores, animales), personas (pertenecientes a su entorno o desconocidas) o solamente colores (negro, verde, violeta, azul…).

Para interpretar lo que ve, debe recurrir a sus conocimientos esotéricos, pero también prestar atención a su intuición y sensaciones. También puede intentar recordar un buen número de detalles y consultar después con un vidente especializado en la cristalomancia para que le ayude a descifrar lo que ha visto.

Si no consigue “leer” la bola de cristal en su primer intento, ¡no se preocupe! La cristalomancia exige mucha paciencia y práctica. Si no le apetece o no tiene tiempo para preservar en esta práctica adivinatoria, elija otro método más simple de utilizar: los tarots o los oráculos. ¡Descúbralos todos en Videncia.com, su página de videncia!
 

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